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El centro tecnológico ITENE investigará tecnologías basadas en sensores inalámbricos y sistemas de nariz electrónica. Estos desarrollos permitirán cuantificar e identificar materiales particulados y compuestos gaseosos, incluyendo compuestos orgánicos volátiles como benceno, formaldehído y otros con potencial cancerígeno, con un alto grado de sensibilidad y precisión. Además, estas tecnologías permitirán acortar significativamente los tiempos de análisis, mejorando la eficiencia en la detección de riesgos.
A través del proyecto RESPIRA, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE+i), ITENE busca dar respuesta a la necesidad de mejorar los sistemas de detección existentes, que presentan limitaciones técnicas y tiempos de análisis prolongados. RESPIRA ofrecerá una solución integral que optimice la respuesta frente a estos riesgos, permitiendo a las empresas adaptar sus procesos de seguridad y mejorar la protección de la salud de los trabajadores.
Esta iniciativa nace ante la creciente preocupación por la exposición a agentes químicos peligrosos en el entorno laboral, especialmente en sectores industriales. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la regulación para la protección de la salud y seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo, establece la necesidad de evaluar y controlar los riesgos originados por la exposición de los trabajadores, tomando como referencia los valores limites ambientales definidos.
El responsable del proyecto RESPIRA, Carlos Fito, ha destacado que “este desarrollo permitirá a las empresas implementar medidas más eficaces para la detección temprana de riesgos químicos, reduciendo significativamente los tiempos de respuesta y facilitando la toma de decisiones informadas”
En particular, el proyecto RESPIRA contempla la optimización de equipos avanzados para la detección y caracterización de material particulado, radón, y gases específicos mediante tecnologías ópticas innovadoras. Estos sistemas permitirán analizar, con alta precisión, las fracciones ultrafina y respirable del material particulado presente en ambientes laborales, utilizando métodos de análisis de huella óptica. Estas tecnologías estarán complementadas por algoritmos de aprendizaje automático, los cuales facilitarán la clasificación y cuantificación precisa de partículas en tiempo real, mejorando así la capacidad de respuesta frente a posibles riesgos.
Además, se desarrollarán sistemas multianalito que integrarán sensores de última generación para la monitorización de gas radón, y la detección simultánea de compuestos orgánicos volátiles (COVs) y otros gases específicos. Estos sensores serán diseñados para cuantificar tanto la concentración total de COVs como identificar de manera selectiva ciertos compuestos críticos presentes en ambientes específicos. Para ello, se emplearán tecnologías versátiles que permitirán personalizar los gases a monitorizar según las necesidades del sector industrial en cuestión.
En sectores críticos como el hospitalario y las plantas de tratamiento de aguas residuales, el sistema incluirá un prototipo de "nariz electrónica" con soluciones especializadas para identificar volátiles relevantes, como aquellos derivados de procesos de desinfección o depuración. Esto implicará el desarrollo de nodos sensores avanzados que combinarán detección electroquímica con algoritmos de aprendizaje automático, optimizando así la sensibilidad y selectividad de las mediciones.