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Actualmente, y debido a la legalización del cannabis para su uso terapéutico y recreativo en muchos países, su consumo ha aumentado considerablemente, y con él la necesidad de garantizar su seguridad.
El control de calidad del cannabis y sus derivados incluye, entre otras cosas, el análisis de pesticidas, contaminantes que pueden acumularse durante el cultivo del cannabis o durante su procesamiento, y cuya exposición se ha relacionado con distintas patologías.
El método para esta determinación de pesticidas pasa por un primer paso de extracción, para lo que existen distintos métodos, siendo el más habitual el método “QuEChERS”.
Esta metodología precisa trabajar con tubos de 50 y de 15 ml., y centrifugar ambos a más de 3000 xg. La centrífuga Digicen 21, de la marca Ortoalresa, facilita trabajar con ambos tipos de tubos gracias a su amplia gama de accesorios.
Como resultado del proceso de centrifugación se forma un gradiente de densidad, es decir, los componentes de la muestra se separan en fases en función de su densidad y de su afinidad a las distintas soluciones de la mezcla.
El siguiente paso consiste en lavar la muestra, tomando la fase de ACN y pasándola a un tubo de 15 ml. que contenga dSPE (dispersive solid phase extraction). El tubo se centrifuga durante 5 minutos de nuevo a más de 3000 xg.
Tras la centrifugación se forman dos fases en el tubo: un sedimento de dSPE que contiene las proteínas, los lípidos y la clorofila, y un sobrenadante de ACN que contiene los pesticidas.
Gracias al sistema de frenado progresivo, PCBS, de la centrífuga Digicen 21, que cuenta con hasta 175 rampas seleccionables de frenada, evitaremos la homogeneización de la muestra tras la separación.
Por último, el sobrenadante se transfiere a un vial apropiado para su análisis por GC-MS (cromatografía de gases – espectrometría de masas) o LC-MS (cromatografía líquida – espectrometría de masas), que son los dos métodos de elección para cuantificar pesticidas en cannabis y sus derivados.