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La nueva serie de sensores ultrasónicos compactos UC-F77 de Pepperl+Fuchs combina un amplio rango de detección con una zona muerta mínima. Los parámetros de estos sensores, incluyendo el ancho del haz, son muy fáciles de ajustar en el dispositivo. Una interfaz IO-Link forma la base para la industria 4.0.
Para la nueva serie de dispositivos, los desarrolladores especialistas en automatización de Mannheim han incluido en la carcasa un rendimiento excepcionalmente amplio, con tan solo 31 mm de alto. Gracias a la generación de pulsos ultrasónicos patentada, el sensor tiene la zona muerta más pequeña de todos los dispositivos disponibles en el mercado relacionados con este rango de detección (hasta 800 mm). El rango de medición es, por lo tanto, lo suficientemente ancho para que el sensor pueda utilizarse en un amplio abanico de aplicaciones.
La parametrización es muy sencilla y puede llevarse a cabo tanto en el mismo dispositivo como utilizando el software de parametrización (PACTware™). La anchura del haz de sonido se puede calibrar con precisión a la aplicación a mano, y los objetivos falsos se pueden suprimir fácilmente. Como único sensor de su tamaño, el UC-F77 proporciona sincronización automática. Los pulsos ultrasónicos, de hasta diez sensores, pueden ser coordinados sin ninguna intervención externa y los dispositivos pueden operar fácilmente uno bastante cerca del otro.
En su tamaño de carcasa, el UC-F77 ofrece una interfaz IO-Link, lo que permite acceder a una información de diagnóstico valiosa y unas opciones de comunicación añadidas. Los sensores se pueden unir mecánicamente de varias maneras, y está disponible una variante de instalación adicional con la versión “vista lateral”. El usuario tiene la opción de cubrir una gran variedad de aplicaciones con un único tipo de sensor y, de este modo, reducir tanto la complejidad como los requisitos de almacenamiento. Los dispositivos están especialmente adaptados para su uso en logística, embalaje o manejo de materiales, entre otras aplicaciones.