Retos del embalaje isotérmico en el sector farmacéutico

Existen dos formas de asegurar que el producto a transportar se mantenga en su rango de temperaturas. Por un lado está la refrigeración activa, como el transporte refrigerado; y, por otro, la refrigeración pasiva, que consta de una serie de componentes que no requieren de generación de frío mediante conexión eléctrica o batería durante su transporte. Storopack es especialista en aportar soluciones pasivas a las diferentes necesidades que surgen en el mercado.
Storopack valida en su cámara climática todas las soluciones precualificadas que ofrece para aquellos productos, no sólo farmacéuticos, que requieran mantener un rango de temperatura de 2-8 ºC y 15-25 ºC durante 24, 48, 96 y 120 h. Además, debido a esta necesidad de controlar y asegurar la cadena de frío en los diferentes sectores, Storopack cuenta con un sistema de simulación que permite diseñar el embalaje más adecuado en función de los requerimientos del producto y necesidades del cliente. Así, puede ofrecer cajas de EPS (poliestireno expandido), EPP (polipropileno expandido) y Neopor, junto con los componentes necesarios para garantizar que se cumplan las diferentes especificaciones (rango de temperatura de producto, rutas y tiempo de transporte, volumen necesario, de un solo uso o reutilizables, etcétera).
“Las soluciones isotérmicas tienen aún mucho recorrido por delante. Existe un crecimiento en la demanda de soluciones que garanticen la cadena de frío para productos muy diversos. Este incremento es debido, por un lado, a los mayores grados de exigencia del usuario y un conocimiento más amplio de las propiedades y características que se ven afectadas por la temperatura, y, por otro lado, al aumento en la exportación de nuestros productores nacionales y la globalización del mercado”, asegura Vanessa Vázquez, Thermoshipping Sales Manager Spain & Portugal en Storopack España.