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La Dra. Rocío Guerle, en su tesis doctoral en IQS, ha creado una innovadora alternativa a los ensayos con animales en la industria cosmética. A través del uso de membranas tricapa de quitosano, su investigación demuestra cómo este modelo in vitro puede evaluar la eficacia de ingredientes activos y productos cosméticos de manera ética y eficaz.
La experimentación con animales en la industria cosmética ha sido un tema polémico durante años, especialmente en cuanto a la evaluación de la seguridad y eficacia de productos y sus ingredientes. Sin embargo, desde 2013, la Unión Europea prohíbe por completo los ensayos con animales para fines cosméticos, lo que ha impulsado la necesidad de encontrar métodos alternativos para garantizar la seguridad de los productos sin comprometer el bienestar animal.
En este contexto, la Dra. Rocío Guerle Cavero, en su tesis doctoral realizada en IQS, ha propuesto una solución innovadora para sustituir los ensayos con animales: el uso de membranas tricapa de quitosano como modelo in vitro. Bajo la supervisión del Dr. Alberto Balfagón Costa, la Dra. Guerle desarrolló una membrana de tres capas de quitosano, un material natural y biodegradable, que simula las propiedades de la piel humana para evaluar la eficacia de ingredientes activos y productos cosméticos.
Su investigación comenzó con la creación de un modelo in vitro formado por estas membranas tricapa, con poros inducidos para emular las características de la piel humana. A través de la selección de quitosanos con diferentes grados de desacetilación, la Dra. Guerle determinó cuál de ellos mejor replicaba las propiedades de la piel y ofrecía la respuesta más efectiva a los estudios realizados.
El siguiente paso fue evaluar las propiedades antienvejecimiento de varios ingredientes activos y productos cosméticos mediante estas membranas. En su estudio, se enfocó en tres componentes clave de la matriz extracelular (elastina, colágeno y hialuronano), así como en las ceramidas, esenciales para la barrera cutánea. La investigación analizó cómo la colocación de estos ingredientes en las capas específicas de la membrana afectaba sus propiedades, ayudando a comprender mejor la acción de los ingredientes en la piel.
Por último, la Dra. Guerle comparó los resultados obtenidos con las membranas de quitosano mediante estudios clínicos, utilizando productos cosméticos reales como referencia. Los resultados demostraron que las membranas tricapa de quitosano son una alternativa viable y eficaz a los ensayos con animales en la investigación cosmética.
El trabajo de la Dra. Guerle no solo refuerza la necesidad de desarrollar alternativas éticas en la industria, sino que también ofrece un enfoque innovador para empresas cosméticas, alimentarias y farmacéuticas que buscan crear productos más seguros y sostenibles, sin recurrir a la experimentación animal. Esta tesis abre un nuevo camino en la ciencia cosmética, contribuyendo a una industria más responsable y respetuosa con los derechos de los animales.