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En un contexto donde el cáncer hematológico se proyecta como el quinto tumor más frecuente en España para 2025, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), MD Anderson Cancer Center Madrid - Hospiten anuncia la incorporación de la terapia CAR-T, un avance revolucionario en el tratamiento de enfermedades hematológicas complejas.
La terapia CAR-T, considerada una de las mayores innovaciones en la oncología hematológica, utiliza linfocitos T del propio paciente que son modificados genéticamente en un laboratorio para atacar específicamente las células malignas. Este procedimiento está indicado para pacientes con leucemia linfoblástica aguda de células B, linfoma difuso de células grandes, linfoma folicular y linfoma de células del manto, principalmente en casos donde los tratamientos convencionales han fracasado.
El proceso comienza con la recolección de linfocitos T del paciente mediante aféresis, técnica mediante la cual se separan los componentes de la sangre. Posteriormente, estas células se manipulan en un biorreactor, utilizando vectores virales para integrar un receptor quimérico (CAR) que permite identificar y eliminar las células tumorales. Una vez modificadas, las células son reinfundidas en el paciente, donde actúan como un "medicamento vivo" capaz de combatir la enfermedad.
Aunque este tratamiento representa un avance revolucionario, no está exento de riesgos. "Los efectos adversos pueden llegar a ser graves, por lo que es imprescindible contar con equipos altamente cualificados y garantizar un control riguroso en cada etapa del proceso", explica el Dr. Adolfo de la Fuente, jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia de MD Anderson Madrid – Hospiten. A este respecto, debido al riesgo de efectos adversos, incluyendo complicaciones neurológicas, el experto precisa que “se involucra a equipos de Hematología, Cuidados Intensivos y Neurología, todos coordinados para prevenir y gestionar cualquier complicación que pueda surgir”.
Sin embargo, los beneficios de la terapia CAR-T superan ampliamente estos riesgos, especialmente en pacientes con un pronóstico limitado tras haber agotado otras opciones terapéuticas.
