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IQS acogió el pasado 6 de noviembre la mesa redonda “David contra Goliat: Creación y posibilidades de éxito de una start-up frente a las grandes corporaciones de Ciencias de la Vida”. El evento reunió a destacados expertos del sector biotecnológico y farmacéutico para analizar los desafíos y las oportunidades a los que se enfrentan las start-ups en un mercado global dominado por grandes corporaciones.
La industria farmacéutica es un motor fundamental en la economía europea. Según los últimos datos disponibles de la EFPIA (European Federation of Pharmaceutical Industries and Associations), la producción de este sector alcanzó los 323.950 millones de euros, con un saldo comercial positivo de 215.000 millones y una inversión en I+D superior a los 42.500 millones. En España, Barcelona concentra el mayor peso de esta industria. Sin embargo, tal y como dieron a conocer los participantes de la mesa redonda, es necesaria una transformación del sector para seguir el ejemplo de otros territorios como Dinamarca o los Países Bajos.
La apertura de la jornada, a cargo del Dr. Salvador Barrós, director general de IQS, dio paso a la mesa redonda, moderada por Marc Ramoneda, partner y CEO de Appliant, que giró en torno a tres bloques: el cambio de paradigma en el modelo de negocio, los aspectos emocionales del emprendimiento y, por último, la forma idónea para crear un equipo de éxito.
Para abordar estas cuestiones, el acto contó con la participación de Miquel Costa, cofundador y CTO de Aglaris Cell y Aglaris Ltd; Albert Font, cofundador y CEO de Leanbio S.L.; Joan Perelló, fundador y CEO de Sanifit Therapeutics (Grupo CSL); y Jordi Martorell, cofundador y CEO de Aortyx, todos ellos con experiencia emprendedora en el sector. Guillem Laporta, socio de Ysios Capital, completó el panel aportando sus conocimientos desde el punto de vista financiero.
En relación con el cambio de paradigma en el sector, los ponentes destacaron el papel de las start-ups como constante fuente de innovación frente al menor dinamismo que experimentan algunas de las grandes corporaciones. “Las pequeñas empresas están avanzando, por ejemplo, en terapias y medicina personalizadas como las terapias celulares, algo que no suele ser el modelo de negocio de las grandes farmacéuticas”, apuntó Costa.
En este sentido, los participantes insistieron en la necesidad de inversiones y de respaldo por parte de compañías asentadas para seguir avanzando. “Es muy complicado conseguir proyección internacional sin una buena financiación de base, por lo que necesitamos ganar músculo para dar un paso al frente y eliminar el ‘gap’ entre tener el fármaco y que los pacientes lo reciban”, argumentó Perelló.
Laporta, por su parte, destacó la importancia de considerar los factores económicos y geopolíticos como la inflación y las guerras a la hora de invertir. “La industria financiera va por ciclos, no podemos pretender que la situación cambie de un día para otro (...) pero, poco a poco, nos vamos acercando a nuestros vecinos europeos y ahí es donde empieza a ser tangible este cambio de paradigma”, apuntó con optimismo el socio de Ysios Capital.
Más allá de la financiación, el debate sobre el modelo de negocio puso sobre la mesa el rol clave de la tecnología en el sector, un aspecto que, de momento, “va por muy buen camino, pero aún le hace falta más madurez; debemos ser pacientes para que evolucione lo suficiente y así acercar lo que hacemos a todo el mundo”, expuso Font. Igualmente, “es significativo conocer bien el sector, conocerte bien a ti y darte a conocer, así como aportar una propuesta diferencial al mercado”, agregó Martorell.
Como representantes del ecosistema emprendedor, los cinco participantes coincidieron, desde su propia experiencia, en que no es una tarea sencilla gestionar la parte emocional, si bien resulta muy positivo y reconfortante. Uno de los puntos clave para sobrellevarlo, afirmaron, es tener un equipo con el que se compartan los mismos valores y la misión, para desarrollar un sentimiento de pertenencia y promover la comunicación y la empatía, sobre todo, desde el punto de vista financiero.
Eduard Martí, socio director de Codols Technology y vicesecretario de la Junta Directiva de IQS Alumni, puso el punto y final a la jornada, después de que los ponentes cerraran el debate con una conclusión consensuada: no se trata de una lucha entre David y Goliat, sino de una colaboración razonable entre las start-ups y las grandes corporaciones para que quien gane sea el paciente.