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La instalación de sistemas de humectación Carel, adaptados e integrados con las unidades de tratamiento de aire, ha facilitado que la gestión de la humedad en el nuevo Hospital Internacional Paideia resulte particularmente eficiente.
En colaboración con la oficina de diseño del Ing. Luigi Giuliani en Roma, Carel analizó tanto las condiciones ambientales de las diferentes zonas del hospital, como sus necesidades de diseño, proponiendo dos tecnologías de humidificación diferentes y un proyecto de mantenimiento para las 21 unidades de tratamiento de aire ya existentes en el centro.
En su mayoría, se han instalado humidificadores adiabáticos, certificados para ambientes hospitalarios y de muy bajo consumo energético, que garantizan altos rendimientos y mínimos consumos: la tecnología humiFog de Carel aprovecha la alta presión que una bomba volumétrica transmite al agua, para obtener una nebulización muy fina mediante boquillas especiales, llamadas atomizadores. La evaporación del agua se produce dentro de la central de tratamiento de aire en espacios reducidos, de 600 a 800 mm. Su gestión de los ciclos de lavado, los materiales utilizados y la configuración de su sistema de distribución de agua atomizada son las principales características que garantizan que este tipo de humidificadores cumplen las normativas más estrictas en higiene, entre ellas la certificación VDI6022 concedida por la TUV.
Por necesidades del sistema en algunas de las unidades del hospital, se ha dispuesto la instalación de humidificadores isotérmicos humiSteam. Este es un humidificador que aplica tensión a unos electrodos metálicos sumergidos dentro de un cilindro específico que contiene agua, lo que proporciona una corriente eléctrica que la calienta (efecto Joule) hasta que ebulle. La cantidad de vapor necesaria varía de forma proporcional a la corriente eléctrica que, a su vez, es proporcional al nivel de agua: un transformador mide la corriente eléctrica, controlando el nivel de agua con una electroválvula de llenado y la propia evaporación, modulando, en consecuencia, tanto la corriente como la producción de vapor. Además, los sensores de conductividad integrados y un software de control optimizan la eficiencia energética y los costes de mantenimiento.