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Esta investigación sugiere que la interacción entre la microbiota, la histidina y el hígado graso puede abrir nuevas oportunidades terapéuticas para mejorar la salud hepática en pacientes con obesidad.
Un estudio del Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta (IDIBGI) y del centro tecnológico Eurecat revela la relación entre los niveles bajos de histidina en sangre y la enfermedad del hígado graso. La investigación sugiere nuevas oportunidades terapéuticas para mejorar la salud hepática en pacientes con obesidad.
Esta investigación, llevada a cabo por ambas instituciones, se centró en la exploración de la relación entre la enfermedad del hígado graso y la histidina, un aminoácido esencial con funciones importantes en el organismo. Los resultados muestran que la histidina tiene una relación inversa significativa con la acumulación de grasa en el hígado.
El equipo investigador del grupo de Nutrición, Eumetabolismo y Salud del IDIBGI y el CIBEROBN llegó a esta conclusión examinando a tres grupos de personas diferentes, sumando un total de 651 individuos sanos con varios grados de hígado graso. Además, en el análisis de la microbiota intestinal, identificaron a un grupo de bacterias específicas claramente asociadas a los niveles de histidina: cuantas más proteobacterias en la microbiota intestinal, menos histidina en sangre.
La validación de los resultados se llevó a cabo con la colaboración de Eurecat en ensayos en cuatro modelos preclínicos diferentes, incluyendo roedores y la “mosca de la fruta”. En todos los modelos, la suplementación de la dieta con histidina mejoró la condición del hígado graso, disminuyendo la expresión de genes implicados en la síntesis de grasas y los niveles de triglicéridos en el hígado.
Por eso, los resultados de esta investigación pueden conducir a explorar posibles tratamientos futuros, como la suplementación de la dieta con histidina o la modificación de la microbiota, para mejorar la salud hepática en pacientes con obesidad.