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El propósito con el que estas instituciones piden la creación del Alto Comisionado es consolidar la apuesta de España por las tecnologías profundas, en un momento crítico para la autonomía estratégica de Europa.
Europa se encuentra en un punto de inflexión sobre su futuro. Tras importantes acontecimientos como la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, la guerra en Ucrania y desafíos cruciales como el cambio climático, se han puesto de relieve dependencias estratégicas en cadenas de suministro claves en áreas fundamentales como la sanitaria, la alimentaria o la energética. En este contexto, avanzar hacia su autonomía estratégica es una de las prioridades fijadas. Un objetivo para el que la Comisión Europea ha puesto el foco sobre las tecnologías estratégicas profundas.
En este sentido, la Comisión Europea ha iniciado un proceso de revisión para identificar el riesgo de dependencia existente en cuatro áreas consideradas como trascendentales para el futuro de Europa: biotecnología, inteligencia artificial, semiconductores y tecnología cuántica. Estas cuatro tecnologías han sido seleccionadas por los riesgos de dependencias y amenazas, pero también por su capacidad y naturaleza transformadora y su potencial a la hora de impulsar cambios radicales. En paralelo, la Comisión ha lanzado una Plataforma (STEP) que tiene como misión apoyar las tecnologías profundas para el desarrollo y/o fabricación en la Unión Europea de tecnologías críticas.
Ante el paso dado por Bruselas y en un contexto en el que los desafíos y oportunidades a los que se enfrentan los gobiernos son cada vez más complejos y requiere una acción conjunta de todos los actores y niveles de gobierno, la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (AESEMI), la Fundación Cotec y Secpho, clúster de innovación tecnológica, han unido sus intereses como representantes en España de las distintas tecnologías estratégicas profundas señaladas por la Comisión Europea para solicitar al nuevo Gobierno la creación de un Alto Comisionado para Tecnologías Estratégicas Profundas.
Un instrumento a través del que catalizar las necesidades específicas de estas áreas fundamentales para la consecución de la autonomía estratégica de Europa de forma estratégica y colaborativa, en torno a desafíos concretos ante los que los países tienen que ofrecer respuestas.
“Consideramos que ahora es el momento de poner en marcha un Alto Comisionado para Tecnologías Estratégicas Profundas a través del que impulsar el legado de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, mantener el impulso de los fondos Next-Gen y los PERTE, continuar con el legado de la Ley de Start-ups y contribuir a los esfuerzos realizados por la Comisión Europea para poner en valor el papel crucial para el futuro de Europa que suponen las tecnologías estratégicas profundas”, declaran estas instituciones.
“En un momento en el que nos enfrentamos a desafíos globales e interconectados que requieren sólidas respuestas, defendemos como crucial la creación de este Alto Comisionado como instrumento de coordinación de las políticas, regulación e instrumentos que requiere el impulso de estas tecnologías críticas en nuestro país”, ratifican.
Estas instituciones creen que este instrumento es la figura idónea para dotar de visión de conjunto, tanto de la problemática como de las soluciones, a todos los departamentos ministeriales que tienen parte en este desafío y maximizar así los resultados de las acciones desarrolladas por los distintos ministerios. De esta forma, el Alto Comisionado respondería no sólo a las necesidades de nuestro país, sino también a los imperantes requerimientos que desde Europa nos han puesto sobre la mesa.
Por ello, el Alto Comisionado que proponen fija sus objetivos en la definición, selección e impulso de las tecnologías estratégicas profundas en España, así como en la sensibilización para generar conciencia pública sobre su papel clave en la prosperidad de España. Este instrumento tiene como misión realizar un seguimiento y vigilancia del estado de estas tecnologías en nuestro país, así como acompañar la naturaleza y ritmo de sus innovaciones a través de instrumentos y regulación adecuadas.
En definitiva, el propósito con el que piden la creación del Alto Comisionado es la consolidación de la apuesta de España hacia Europa por las tecnologías profundas estratégicas, en un momento crítico para el futuro de la Unión en el que tenemos la responsabilidad de poner de relieve todo el potencial científico-tecnológico con el que podemos contribuir desde nuestro país a la autonomía estratégica de Europa.