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Los días 5 y 6 de octubre, Granada fue el epicentro del debate sobre el futuro de Europa como sede de los encuentros de la Comunidad Política Europea (CPE) y la reunión de los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea.
Los debates de la CPE pusieron el foco en retos como la digitalización, los grandes debates energéticos acaecidos en Europa en los últimos años, la transición ecológica, los desafíos que plantea el cambio climático, el multilateralismo y la geoestrategia ante acontecimientos como la guerra de Ucrania.
Además, la Comisión Europea lanzaba un proceso para revisar el riesgo de dependencia existente en cuatro áreas que son consideradas como trascendentales para el futuro de Europa: microchips avanzados, inteligencia artificial, tecnología cuántica y biotecnología, y adoptar medidas orientadas a reducir la dependencia actual en estas áreas..
El horizonte que vislumbra Europa no está exento de desafíos. La pandemia provocada por la Covid-19, junto con la guerra de Ucrania y la crisis climática, han evidenciado las dependencias estratégicas en las cadenas de suministro claves. Retos ante los que la biotecnología ha demostrado ser clave a la hora de ofrecer soluciones.
La biotecnología está protagonizando importantes disrupciones que tienen un gran impacto en la salud, la alimentación y la sostenibilidad del planeta. El ejemplo más reciente lo encontramos en el desarrollo de las vacunas contra el Covid-19 basadas en tecnología de ARNm. Las inversiones en I+D+i han permitido al sector biotecnológico dar respuesta a grandes retos como el descubrimiento de nuevos fármacos, la lucha contra la resistencia de antibióticos o el desarrollo de vacunas, entre muchos otros. En la salud de las personas, la biotecnología está detrás del 68% de los fármacos actualmente en desarrollo y en los últimos años ha liderado la lucha contra el cáncer con avances en medicina de precisión y terapias avanzadas.
España tiene la responsabilidad de dar un nuevo impulso al sector biotecnológico. La biotecnología se erige como un sector clave en la respuesta a los desafíos europeos planteados en la reciente Cumbre celebrada en Granada, por lo que la apuesta por industrias estratégicas para el futuro de la Unión Europea como la biotecnológica no puede continuar siendo una cuestión a debate en la construcción del ansiado futuro resiliente, indican desde ASEBIO.