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El proyecto, que ha sido financiado con casi 40 millones de euros procedentes de fondos europeos y de la Federación Europea de Empresas y Asociaciones Farmacéuticas, ha contado con la tecnología de la multinacional tecnológica GMV para el desarrollo de la plataforma de datos biomédicos de eTRANSAFE.
Hay que tener en cuenta que la evaluación de la seguridad de los medicamentos es un proceso intensivo en conocimiento, que exige avances en los métodos y herramientas para manejar datos y facilitar la integración de estos, así como en su análisis y modelado predictivo.
El proyecto ha desarrollado herramientas in silico (vía simulación computacional) para la extracción de datos, la visualización y predicción de la toxicidad potencial. Para ello GMV ha tenido que organizar y compartir toda la información disponible de las empresas farmacéuticas. Se ha generado un volumen suficiente de datos biomédicos para que la tecnología big data y los métodos computacionales pudieran extraer conclusiones de ellos, información que, sin estas tecnologías, no habrían podido procesarse.
ToxHub reúne bases de datos preclínicas y clínicas (con las que poder analizar hasta qué punto los estudios preclínicos son adecuados para predecir lo que ocurre en humanos), en una infraestructura de datos integradora, combinada con herramientas informáticas y de visualización innovadoras que tienen como objetivo mejorar radicalmente la predictibilidad, viabilidad y confiabilidad de la evaluación de la seguridad traslacional durante el proceso de desarrollo de fármacos. El beneficio directo es poder realizar ensayos más eficaces, reducir los tiempos de las investigaciones y conseguir nuevos medicamentos más seguros.
