Empresas Premium
La biofarmacéutica vasca Histocell ha inaugurado su planta de fabricación en Larrabetzu, dedicada a medicamentos de terapia celular y biológicos.
La instalación multiplica por diez la capacidad productiva de Histocell en este tipo de productos y en este ámbito constituye una de las plantas de fabricación con mayor capacidad del Estado.
El proyecto ha contado con la colaboración de la empresa Cardiva, socio de Histocell, y desde 2021 parte de su accionariado. Esta incorporación permitió a Cardiva ampliar el catálogo de referencias que distribuye en España -entre ellas la línea de producto Reoxcare para la cura de heridas- y adentrarse en el campo de la medicina regenerativa. Con su participación en el centro de producción, Cardiva profundiza en su apuesta por el desarrollo de productos de terapias avanzadas y por la fabricación local, de proximidad a los sistemas sanitarios de base.
Estas nuevas instalaciones suponen la ampliación de la planta de fabricación de medicamentos de terapia celular y biológicos que Histocell tiene operativa desde el año 2011 en el Parque Tecnológico de Bizkaia y necesitaba dimensionar. Contando con una superficie inicial de 65 m2 ahora dispone de una extensión de 800 m2, que integra zona de fabricación y también laboratorios de control de calidad. De este modo, Histocell pasará de poder tratar hasta 150 pacientes al año a poder tratar más de 1.200 pacientes al año.
En la planta se fabrican medicamentos de terapia celular, basadas en células viables de diferentes tipos, y medicamentos biológicos, basados en las sustancias secretadas por las células.
Todo el proyecto ha supuesto una inversión de 2,5 millones de euros y se ha desarrollado en un año. Ha contado con el apoyo financiero del programa 3i de la Diputación Foral de Bizkaia. La instalación de la planta piloto ha estado apoyada por el programa Osasunberri del Gobierno Vasco.