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La Asociación Española de Medicamentos Biosimilares, BioSim, presentó el pasado 10 de noviembre el documento “Biosimilares: Innovación desde la sostenibilidad” en un encuentro con los medios de comunicación en el que han participado el presidente de BioSim, Joaquín Rodrigo; el coordinador del documento, Fernando de Mora, catedrático de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona; Antonio Blázquez, jefe de Medicamentos de Uso Humano de la AEMPS; y Vicente Merino, farmacéutico del Hospital Virgen de la Macarena. Encarna Cruz, directora general de BioSim clausuró el encuentro.
“Biosimilares: Innovación desde la sostenibilidad” es un documento de carácter científico que, en base a la evidencia y mediante ejemplos concretos, reflexiona sobre los ámbitos y los mecanismos por los cuales los biosimilares aportan o promueven la innovación. Categoriza la innovación alentada por los biosimilares en innovación farmacéutica, innovación tecnológica e innovación terapéutica.
En palabras del presidente de BioSim, Joaquín Rodrigo, “tradicionalmente se ha puesto el foco sobre la reducción de precios y el mayor acceso que promueven los biosimilares, pero hemos de ampliar ese foco a la innovación que aportan y que impacta de forma directa en la práctica asistencial”. “BioSim, como entidad adherida al Pacto por la Ciencia y la Innovación, quiere que esta faceta innovadora de los biosimilares sea conocida y valorada como parte del conjunto de ventajas y oportunidades que estos medicamentos aportan a los pacientes” continúa Rodrigo.
Fernando de Mora se refirió al biosimilar como “fuente directa de innovación”, y explicó que esta abarca áreas habituales en la industria farmacéutica -como la mejora en los excipientes o las vías de administración-, pero que llega incluso a ámbitos como el de la regulación o la gestión, como se pone de manifiesto en fórmulas beneficiosas para la mejora sanitaria como las ganancias compartidas.
Precisamente Antonio Blázquez, de la AEMPS, trató el tema de la innovación en la regulación, que “ha implicado que, para las principales agencias de todo el mundo, el biosimilar ha permitido perfeccionar la manera en la que evaluamos su eficacia y seguridad”, y que “la demostración de biosimilitud es la base de la regulación en este campo”. El biosimilar, dijo, “no puede quedarse sólo en una herramienta para la bajada de los precios”.
Vicente Merino, por su parte, hablo de cómo la innovación del biosimilar en ocasiones hace que el producto original también innove, y que “en el nivel del paciente es donde mejor se aprecia la posible mejora de un producto biológico”. El biosimilar produce, además, “el efecto de que, si se utiliza con modelos de gestión adecuados, provoca la entrada de nuevos productos originales, incluso tecnologías nuevas que añaden ventajas al paciente y los profesionales”.
La directora general de BioSim, Encarna Cruz, clausuró el encuentro poniendo de manifiesto que “los fabricantes de biosimilares innovan constantemente para ofrecer las mejores soluciones a los pacientes. Esta innovación incremental debe ser oportunamente valorada, como por ejemplo en la compra pública mediante los criterios adicionales al precio. De esta manera, se incentiva a que se siga persiguiendo esa innovación incremental en productos ya existentes con una larga trayectoria pero que siguen siendo primera elección en muchas enfermedades”.
El documento “Biosimilares: Innovación desde la sostenibilidad” ha sido revisado y enriquecido con las aportaciones de un grupo de expertos implicados en el desarrollo y producción de biosimilares y de la práctica asistencial: