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Lilly España ha aumentado su inversión en investigación en 2021, que ascendió a 56,36 millones de euros. Además, se ha incrementado el número de pacientes tratados en España con medicamentos descubiertos por la empresa, llegando a un total de 1.697.163 de pacientes, cien mil más que el año anterior. Así se refleja en el Estado de Información No Financiera (EINF) 2021, que Lilly acaba de hacer público y que pone de manifiesto que la sostenibilidad es el eje fundamental de la estrategia de la compañía.
El compromiso de Lilly con la investigación clínica se concreta en los 83 estudios en marcha durante 2021 en nuestro país con la participación de 707 equipos de investigación de varios centros sanitarios. En cuanto el apoyo a la formación y a la promoción de la salud, Lilly destinó el pasado año 6,51 millones de euros a patrocinios y colaboraciones con organizaciones sanitarias. Su planta de producción en Alcobendas es la única del grupo fuera de EE.UU. que suministra medicamentos a todo el mundo y el año pasado fabricó 101.020 millones de dosis y empaquetó 40,40 millones de envases.
“Para cumplir nuestro propósito como empresa; mejorar la vida de las personas en todo el mundo, necesitamos ser exigentes y conseguir cada año los mejores resultados, no sólo a la hora de proporcionar medicamentos para solucionar o paliar las enfermedades de los ciudadanos, sino también en la gestión de nuestra empresa teniendo en mente siempre a las personas: empleados, pacientes y profesionales sanitarios y el resto de ciudadanos, así como la situación del planeta en el que vivimos”, apunta el presidente de Lilly España, Nabil Daoud.
En Lilly se apuesta por la igualdad de oportunidades, la formación y por favorecer la conciliación entre la vida personal y laboral. El 52,65 % de la plantilla son mujeres y ellas ocupan cerca de la mitad de todos los cargos directivos. En lo que respecta al apartado de la formación, en 2021 se han aumentado las horas en un 22,5 % hasta alcanzar las 76,40 horas por persona al año.
Asimismo, a fin de mejorar la flexibilidad en la forma de desarrollar la actividad profesional, la compañía ha instaurado en 2021 su nueva Política de Trabajo Flexible y un protocolo que reconoce expresamente la necesidad de impulsar el derecho a la desconexión digital una vez finalizada la jornada laboral establecida.
Por el desarrollo de buenas prácticas y políticas de cultura organizacional y gracias también a la percepción que tienen los propios empleados de la empresa, Lilly ha vuelto a quedar entre las mejores empresas para trabajar España en 2021, ocupando la segunda posición del ranking Great Place To Work, en la categoría de entre 501 y 5.000 empleados (resultado mejorado en 2022, alcanzando la primera posición).
Lilly persigue involucrarse en las comunidades donde opera y lo hace fomentando el valor de la ciencia como elemento de progreso a través, principalmente, de la Fundación Lilly, que en 2021 ha conmemorado su 20 aniversario celebrando dos décadas de intensa actividad en tres líneas de acción prioritarias: fomento de la ciencia, contribución a mejorar la práctica de la medicina y promoción de los valores del humanismo.
Por otro lado, la empresa contribuye con sus programas de acción social a paliar las situaciones de desigualdad económica y apoya iniciativas enfocadas en la salud, el emprendimiento, la búsqueda de empleo y la formación de los jóvenes. En este sentido, la inversión de Lilly en voluntariado corporativo ascendió el año pasado a 236.419€, realizándose más de 1.500 horas en las que participaron 876 empleados y con el resultado de 233.440 beneficiarios indirectos. Además, durante 2021 Lilly ha realizado donaciones por valor total de 1,02 millones de euros, lo que supone 58.588€ más de los que se donó en 2020 a diferentes organizaciones sociales.
En cuanto al capítulo dedicado al medioambiente, en el EINF se recogen los objetivos de la corporación para disminuir cada año el impacto ambiental de la compañía en tres líneas de actuación: clima, residuos y agua.
Para contribuir con este objetivo global, la filial invierte 633.420 euros en la gestión ambiental y entre otros resultados destaca el ahorro de 2.330,15 toneladas de CO2 gracias al uso de energía eléctrica procedente de fuentes renovables -en la actualidad el 100 % de la energía eléctrica utilizada-. Además, se ha logrado una mejora en la eficiencia en la generación de residuos totales del campus de un 2,46 % en comparación con el año 2020.
En el capítulo dedicado a la gobernanza y estrategia ESG de Lilly se recoge el esfuerzo desarrollado por la empresa en que esta parta del ejercicio de diálogo con los grupos de interés. En concreto 2021 es el año en el que Lilly ha redactado 14 compromisos que ha hecho públicos en su web y cuyo grado de cumplimiento se podrá evaluar en el próximo EINF. Además, se recoge la planificación global de la compañía para mejorar su impacto medioambiental, social y de gobierno con su visión 2030.
Las políticas y los procesos instaurados por la empresa para actuar de forma responsable y sostenible también aparecen recogidos en este capítulo porque, según afirma el presidente de Lilly, Nabil Daoud, “en Lilly es tan importante lo que hacemos como el modo en que lo hacemos, solo así es posible responder a los desafíos que se nos presentan en una sociedad cambiante y con necesidad de empresas responsables y comprometidas”.