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La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en colaboración con el Real Instituto Elcano, ha presentado este jueves las primeras conclusiones del estudio" Retos para una ciencia en español y portugués".
Se trata de un informe que tiene como propósito conocer mejor los retos de la producción y la difusión científica en español y portugués en un contexto mundial en el que el inglés es la lingua franca de la ciencia. Asimismo, aborda cómo afecta esta cuestión a los principios de acceso universal al conocimiento, comunicación y difusión científica e igualdad lingüística, con especial incidencia en el entorno digital.
El documento se está realizando a partir de una amplia investigación que ha contado con consultas institucionales y entrevistas con representantes, expertos e investigadores vinculados a la ciencia, incluidos los responsables de redes y repositorios científicos y editoriales de la región iberoamericana. La versión final de este informe se presentará durante la Conferencia Internacional de las Lenguas Portuguesa y Española (CILPE2021), que celebrará la OEI en noviembre en Brasilia.
El informe llama la atención sobre las consecuencias de una producción y difusión científica cada vez más monolingüe, analizando en particular la situación del portugués y el español, consideradas dos lenguas globales.
Tras consultar los textos publicados en las revistas indexadas en la plataforma WoS (Web of Science), en 2020, se observa que el 84 % de los investigadores de la región iberoamericana optó por publicar sus trabajos en inglés, en detrimento de sus lenguas maternas. Solo el 3 % de los investigadores portugueses eligieron la lengua portuguesa, al igual que el 12 % de los brasileños. En los países de habla hispana, el 13 % de los científicos en España publicaron sus trabajos en español, el 12 % en México, el 16 % en Chile, y con porcentajes en torno al 20% en Argentina, Colombia y Perú.
Según el documento, esta situación tiene consecuencias relevantes sobre la vitalidad de las lenguas, reduciendo la diversidad lingüística del mundo científico y académico y disminuyendo el acceso al conocimiento. Este dominio del inglés en relación con otras lenguas lleva a los autores del documento a preguntarse por las consecuencias para la diversidad de la producción y la circulación del conocimiento y también por la forma en que los sistemas científicos nacionales, las instituciones culturales y las redes multilaterales deben abordar esta cuestión.