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Salvat, laboratorio fabricante de productos como Cristalmina, Monolitum, Relive, Levogastrol y Cetraxal, ha cerrado el ejercicio 2018 con una facturación de 70 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 15% respecto al año anterior.
Además, la compañía ha obtenido un resultado sobre ventas superior al 16 %. “Se trata de unos datos muy positivos para los que ha sido clave la apuesta por la internacionalización que la compañía ha llevado a cabo en los últimos años”, explica Alberto Bueno, director general de Laboratorios Salvat.
En la actualidad, el grupo farmacéutico está presente en más de 60 países, que suponen más del 40 % de la facturación total de la compañía. “Durante 2017, el negocio internacional suponía el 35% del grupo. Nuestro reto ahora es el de continuar creciendo y llegar al 50% en los próximos años, añade Bueno.
Los planes de crecimiento internacional pasan por conseguir nuevas aprobaciones de productos en Estados Unidos. Con el objetivo de dar respuesta industrial a los planes internacionales, en el año 2016 se compró una planta de producción farmacéutica en Alcalá de Henares que opera bajo el nombre de Pharmaloop. “En estas instalaciones estamos construyendo una nueva planta industrial de producción de líquidos estériles con una inversión de 35 millones de euros. Estas nuevas capacidades nos permitirán gestionar el crecimiento de Salvat en los próximos 3 años y superar los 100 millones de euros de facturación, con especial énfasis en Estados Unidos”, comenta Alberto Bueno.
La apuesta de la compañía por la I+D también ha sido fundamental para sus buenos resultados, invirtiendo más del 12% de su facturación. En 2018 se han realizado dos reuniones con la FDA (Agencia Americana de aprobación de fármacos) para iniciar dos nuevos ensayos clínicos (un proyecto ótico y otro oftálmico). Se prevé que estos dos productos se puedan comercializar a finales del 2020 en USA.
