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Ayming, grupo international de Consultoría en Business Performance,ha celebrado el 18 de noviembre, de la mano de la Asociación Española de Bioempresas, ASEBIO, la Jornada titulada “Cómo conseguir 3 millones de euros para proyectos de I+D” con el objetivo de presentar todos los incentivos adicionales a las subvenciones y préstamos a los que las empresas tienen derecho y cómo combinarlos para maximizar su potencial.
La presentación del evento corrió a cargo de Ion Arocena, director general de ASEBIO, quien destacó que “en ASEBIO, queremos diseñar, junto con los poderes públicos, un modelo de financiación de la I+D+i empresarial que tenga sentido y que reconozca las especificidades de los modelos de negocio en nuestro sector. Creemos que existe un potencial de financiación directa para el desarrollo de actividades de I+D+i para las empresas biotech, más allá de las líneas de ayuda tradicionales. Estos instrumentos pueden jugar un papel complementario a las ayudas públicas y deben integrarse en una estrategia adecuada de financiación, permitiendo maximizar la cartera de proyectos que pueden realizar“.
Seguidamente a la intervención de Ion Arocena, tomó la palabra Soraya Gamonal Camello, Head of Innovation Performance de Ayming, exponiendo cómo poner en valor las particularidades del sector biotech; los puntos clave para planificar la estrategia de financiación de la I+D+i y cómo combinar los incentivos del modo que más interesa a la empresa.
“Además de las subvenciones, las empresas biotech pueden optar por otras vías de financiación directa para el desarrollo de sus actividades de I+D+i: las deducciones fiscales por I+D+i, las bonificaciones a la Seguridad Social y el Patent Box”, concretó Soraya Gamonal. “Las deducciones fiscales por I+D+i, cuya monetización permite obtener hasta 3 millones de euros a fondo perdido (con posibilidad de aumentar hasta 5 millones bajo ciertas condiciones), las bonificaciones a la Seguridad Social por Personal Investigador, con un ahorro de un 40% de las cuotas de los investigadores, y el Patent Box, que permite obtener retorno de la inversión una vez finalizado el proyecto mediante la cesión/transmisión del conocimiento generado”.
Deducciones fiscales, bonificaciones a la Seguridad Social y Patent Box
Para identificar cuáles son las vías de financiación óptimas hemos de examinar en detalle su actividad en toda la cadena de valor (modelo de negocio; contabilidad, fiscalidad y finanzas; proyectos de I+D+i, etc), con el objetivo de diseñar una estrategia adecuada de financiación y combinar los incentivos de forma adecuada, lo que permite maximizar la cartera de proyectos que pueden ejecutar.
En este contexto, las deducciones fiscales financian de forma directa las actividades de I+D+i que realiza la empresa en el mismo ámbito de las subvenciones/préstamos otorgados por la Administración. De este modo, al ser compatibles, suponen un incremento de la financiación del proyecto de hasta un 59% del gasto elegible, con las ventajas adicionales de no suponer un incremento del endeudamiento de la empresa y ser una inyección directa de flujo de caja.
Del mismo modo, dada la naturaleza de estas empresas, su capital humano suele estar formado en su mayor parte por investigadores y técnicos cualificados. Al igual que los proyectos, sus actividades están financiadas por las ayudas en forma de subvención y préstamos de las convocatorias públicas, sin tener en cuenta otros mecanismos como las bonificaciones a la Seguridad Social, que suponen un ahorro directo del 40% de la cuota mes a mes, sin necesidad de participar en convocatorias con concurrencia competitiva.
El Patent Box surge como recompensa a la asunción de riesgo a la hora de acometer proyectos de I+D+i. Una empresa biotech que tome la decisión de lincenciar o vender el conocimiento generado de sus proyectos de I+D+i puede reducir su base imponible hasta el 60% de los ingresos generados de su venta o cesión.
Cristina Cortés Lagoa y Marta Báez Zuasti, consultoras senior especializadas en el sector biotech de Ayming, intervinieron seguidamente, para insistir que “combinando estos incentivos de forma estratégica según las necesidades de la empresa, se puede conseguir una fuente directa de financiación que permita a la compañía tener un grado de independencia respecto de fuentes de financiación externas, como son las ya mencionadas subvenciones/préstamos, o la aportación de fondos por parte de terceros, como las empresas de capital riesgo, muy presentes en este sector”.