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La jornada celebrada el 24 de noviembre en Madrid sobre dermofarmacia, organizada por la Vocalía de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, demostró las posibilidades que la farmacia comunitaria tiene como canal de venta de cosmética avalada por el conocimiento científico de sus profesionales.
Bajo el título “La dermofarmacia del siglo XXI”, la tercera jornada profesional sobre dermofarmacia reunió a más de 260 profesionales que se pusieron al día en protocolos prácticos de actuación y atención en dermofarmacia.
Tras el acto de inauguración llevado a cabo por el Presidente del CGCOF, Jesús Aguilar, y de la Vocal de Dermofarmacia, Cristina Tiemblo, la jornada comenzó con la conferencia de María Jesús Lucero, profesora titular de Dermofarmacia de la Facultad de Farmacia de Sevilla, quien, con una serie de preguntas como ¿Qué es una fórmula cosmética? ¿Hay más de márketing que de eficacia? ¿Son seguros los productos cosméticos? ¿Son eficaces? ¿Se exagera? ¿Son todos iguales? ¿De qué depende la eficacia? ¿Por qué se utiliza la nanocosmética?, desarrolló su ponencia “Nuevas fórmulas cosméticas a examen. Márketing o eficacia”.
En los últimos 25 años se han utilizado activos e ingredientes como Trinosorb, ceramidas, Alistin, Argilerine, Aqua SF-1, Matrixyl o Sepigel que han revolucionado la cosmética. Ahora las tendencias las marcan “nuevas combinaciones de ingredientes y activos y nuevas fórmulas cosméticas. Mucha imaginación para buscar activos de orígenes distintos, mejorar las texturas y potenciar la eficacia. En definitiva innovar con nuevas moléculas sintéticas y nuevos activos biotecnológicos", puntualizó Lucero.
Tomás Muret, vocal de dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Baleares, centró su intervención en la necesidad de poner en valor el consejo farmacéutico en dermofarmacia “Mi experiencia me demuestra que no trabajamos bien la dermofarmacia en el mostrador. Muchos titulares de oficina de farmacia reconocen que cuando no está el farmacéutico más formado en dermofarmacia disminuyen las ventas, y otros cuentan que su equipo, aunque está formado, realiza muy pocas ventas de productos dermoscosméticos”, expuso Muret. La solución a este problema está en mejorar la formación y en la utilización de protocolos “Los protocolos de mostrador darán seguridad a nuestro equipo a la hora de dar un buen consejo que dé valor a nuestro trabajo y a nuestros productos. Tener un equipo bien formado y utilizar protocolos será la base para conseguir nuestro objetivo: poner en valor el consejo farmacéutico en dermofarmacia”, concluyó.
Gema Herrerías, vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, destacó la importancia de ofrecer un asesoramiento profesionalizado mediante evaluación y seguimiento del paciente dedicando tiempo a la elaboración de fichas personales para tener un historial del mismo, comprobar la evolución de los tratamientos, e incluso cumplir con el protocolo de cosmetovigilancia. Herrerías contó su experiencia como farmacéutica especializada en cosmética dentro de su farmacia de Sevilla.
Las vocales de Dermofarmacia de los COF de Granada y Badajoz, Virginia Ortega y Carmela Llorente, respectivamente, además de José Montero, farmacéutico comunitario de Barcelona, debatieron, después de sus exposiciones, sobre protocolos prácticos de actuación en dermofarmacia.
Virginia Ortega habló sobre los distintos procedimientos dermoestéticos que se realizan actualmente, como el láser, la luz pulsada, el peeling químico, los rellenos con toxina botulímica, ácido haliurónico o la inserción de minihilos tensores de polidioxanona bajo la dermis. También dedicó especial atención a los tatuajes, ya que estos generan cada vez más consultas farmacéuticas.
Carmela Llorente expuso un análisis DAFO realizado sobre venta de cosméticos antiedad en oficina de farmacia con ejemplos prácticos de clientas de 50 años, mostrando las fortalezas y oportunidades que tiene la farmacia para ofrecer este tipo de tratamientos.
Por último, José Monteró se centró en la piel masculina, destacando el importante nicho de mercado que supone el cuidado masculino. Según Montero “en 1990, apenas un 4% de los hombres reconocía utilizar un producto de cuidado facial; en 2001 ya lo hacía un 21%. Hoy, uno de cada dos declara que los usa, los elige y los compra personalmente”.
Un estudio realizado recientemente por la agencia Kantar dice que en Europa el hombre alemán es el que más se preocupa por su cuidado físico, seguido de los españoles e italianos, que comparten el segundo puesto. La tercera posición la ocupan los franceses.
Durante la sesión de tarde se habló sobre el listado de ingredientes INCI de los productos dermofarmacéuticos, de las claves en la gestión de la dermofarmacia: especialización, rentabilidad y farmacia 2.0, y de la colaboración con la industria.