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En el marco de Biospain el Instituto Roche ha organizado un foro sobre medicina personalizada con el fin de determinar los retos para su implantación. La promesa de aproximarnos a un tratamiento para cada paciente atendiendo a sus rasgos genéticos ya es una realidad, sin embargo todavía hay mucho que hacer para ponerlo en práctica.
En palabras de Gerardo Jiménez, profesor de Harvard School of Public Health en EEUU “Los avances en el mundo de la genómica nos han permitido corregir las faltas de ortografía en el texto del ADN”. Pero ahora se presentan retos para traducir las variantes del ADN, y no solo económicos, también de formación y de implicación por parte de instituciones, personal sanitario y pacientes.
Entre los obstáculos que están limitando la toma de decisiones de salud en base a la predisposición genética, el director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica, Ángel Carracedo, señaló que “el déficit más importante es la transmisión del conocimiento a los profesionales”. También son necesarios cambios organizativos como “mejorar la organización de la farmacogenómica en el entorno hospitalario con el objetivo de facilitar una mejor traslación de los conocimientos a la práctica clínica”
Manel Esteller, director del Programa de Biología del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) destacó la importancia de introducir biomarcadores en los los ensayos clínicos.
Antonio Andreu, director del Instituto de Salud Carlos III, manifestó que entre las principales prioridades del instituto que dirige está la de impulsar la medicina personalizada. “Aunque nuestro sistema sanitario está preparado para implementarla es un proceso muy complejo”. Aludió a la importancia de implicar al sector privado, a las empresas del sector salud y convocar doctorados que preparen a los profesionales del sector. “El cambio de modelo implica a mucha gente”.
Jaime del Barrio, Director del Instituto Roche, se mostró escéptico en cuanto a las estrategias de implantación de la medicina personalizada “No tenemos mapas de la población, no hay datos para que los investigadores puedan trabajar. Hacen falta historias clínicas que no tenemos”.
El Instituto Roche lleva 10 años promoviendo y difundiendo todos los avances en la secuenciación del genoma y en las nuevas formas de diagnosticar y tratar las enfermedades.