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Del 8 al 10 de julio se está celebrando en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander un seminario sobre biotecnología y salud, punto de encuentro entre el mundo de la investigación y la industria.
Este seminario, que tiene el subtítulo “Desde la ciencia y la tecnología al impacto socioeconómico” es fruto de un acuerdo firmado por la presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO), Regina Revilla, y el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), César Nombela, y cuenta con la participación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el patrocinio de FECYT.
La jornada del día 8 comenzó con la intervención del Presidente del Comité Científico de ASEBIO, Emilio Muñoz, que lleva trabajando los últimos 20 años en lo que él llama “maridaje” entre ciencia, tecnología y sociedad, y que ha repasado en este foro los hitos de la biotecnología en España durante los últimos años.
A su juicio, los años 80 fueron decisivos para el desarrollo posterior de este sector, por ejemplo fue importante la creación en 1981 del Ministerio de Educación y de Universidades e Investigación que, aunque solo duró unos meses con este nombre, empezó a plantear la necesaria conexión entre universidad y empresa. También fue en esta década cuando el CSIC empezó a ver la biotecnología como un desafío y llevó a cabo el desarrollo de varios programas. Posteriormente, ya en los 90, se creó el Centro Nacional de Biotecnología.
En todo este desarrollo “el capital humano ha jugado un papel fundamental, ya que España cuenta con un gran potencial científico” manifestó Emilio Muñoz. “Contamos con sociedades científicas como la de microbiología, creada en el año 46; o la de bioquímica en el 63, o la Sociedad Española de Biotecnología, que este año cumple 25 años, que son comparables a cualquier organización de excelencia mundial. La puesta en marcha en el año 99 de Asebio fue decisiva para dar el impulso necesario en la creación de empresas dedicadas íntegramente a la biotecnología; así como la creación de ferias como Biospain y Biolatam”, concluyó.
Como representante institucional en la apertura del curso estuvo Pilar Farjas, Secretaria General de Sanidad y Consumo, quien comenzó su intervención con una cita de Bertolt Brecht: “La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”, para argumentar la necesidad de apostar por “lo nuevo” y por sectores consolidados en alza como la biotecnología.
“Es el año de la biotecnología en España y buscamos impulsarla por ser un motor en la investigación y en la innovación. Es un sector que recoge el fruto de 50 años de personas trabajando en él” , concluyó Farjas.
En la primera jornada del seminario de “biotecnología y salud” se trataron temas como la visión de la industria sobre los avances biotecnológicos. En mesa redonda representantes de varias empresas biotecnológicas debatieron sobre la importancia de la I+D, la innovación y la relación público-privado.
Para algunas de las empresas participantes, como Oryzon Genomics, la I+D lo es todo, ya que no tienen redes comerciales y su objetivo es el desarrollo de sus patentes.
En cuanto a la pregunta que se puso sobre la mesa de si la innovación es una causa o una consecuencia de la I+D, Dámaso Molero, director general de 3P Biopharmaceuticals, manifestó que a veces la innovación es una necesidad: “Nosotros somos tecnología aplicada y lo que hacemos son procesos biotecnológicos, y no es que innovemos por vocación sino por necesidad. Los servicios que ofrecemos compiten en un mercado muy exigente y no queda otro remedio que innovar”
En cuanto a la relación público-privado todos los participantes coincidieron en la necesidad de apoyo de la Administración para favorecer esta relación, que en el caso de Europa no tiene una clara directriz como ocurre en EEUU.
En este punto el representante de Esteve, Carlos Plata, destacó la importancia del liderazgo con una absoluta claridad de las prioridades. “Los líderes encuentran la forma de manejar todas las restricciones legales”.
Los directores del seminario “Biotecnología y Salud” son Emilio Muñoz, presidente del Comité Científico de ASEBIO y Natividad Calvente, Jefa de Área de Farmacoeconomía y Análisis del Medicamento, Escuela Nacional de Sanidad (Instituto de Salud Carlos III).