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Según datos recogidos en el último Boletín de Coyuntura del Mercado del Medicamento en España (número 104) que elabora mensualmente Farmaindustria, el precio medio de los medicamentos de prescripción en España ha experimentado una fuerte caída en los últimos años. El gasto público medio por receta para prescripciones financiadas por el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha pasado de un máximo de 13,45 euros por receta en 2008 a los 10,68 euros por receta de finales de 2013.
Los medicamentos más baratos, aquellos con un precio de venta al público inferior a 3,5 euros, suponen ya un 50% de todo el mercado de prescripción en España, muy superior al 37% registrado en 2008. Por otra parte, los medicamentos de PVP superior a 20 euros han pasado en estos cinco años de suponer más del 20% del mercado a no llegar al 15%.
Esta evolución se explica por dos motivos principales. En primer lugar, por la gran eficacia que ha tenido el Sistema de Precios de Referencia como instrumento de regulación económica del mercado farmacéutico español. En segundo término, por el bajo ritmo de incorporación de innovaciones de los últimos cinco años.
España se aleja de la Eurozona
Por otra parte, este Boletín de Coyuntura del Mercado del Medicamento en España se hace eco de los últimos datos disponibles de gasto farmacéutico público de los países de la Eurozona publicados por la OCDE, correspondientes a 2011, que reflejan que en el gasto farmacéutico público per cápita en España era un 13,9% inferior a la media de la Eurozona (265 euros frente a 307,9 euros per cápita, respectivamente).
Además, en 2011 la situación de España había empeorado respecto al año anterior, ya que en 2010 el diferencial negativo con respecto a la Eurozona era del -8,8% (290 euros frente a 318,4 per cápita, respectivamente).
Además, es muy probable que la situación relativa de España en este apartado haya seguido empeorando en 2012 y 2013, ya que la fuerte caída del gasto farmacéutico público que se ha registrado en nuestro país en estos dos ejercicios es, previsiblemente, muy superior a la que pueda producirse en el conjunto de países de la Eurozona, lo que podría situar actualmente el diferencial, según estimaciones de Farmaindustria, alrededor del -20%.