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GlaxoSmithKline (GSK) ha participado en la Semana de la Ciencia, celebrando en sus oficinas centrales en Tres Cantos (Madrid) la jornada divulgativa “Moléculas que curan: ¿cómo se llega a ellas?”. Una sesión a la que han asistido cerca de 200 estudiantes universitarios y de bachillerato, que han participado activamente con preguntas a los investigadores.
El descubrimiento y desarrollo de un nuevo medicamento o vacuna hasta su aprobación es un proceso largo y costoso que dura entre 10 y 15 años, y que se conoce poco fuera del ámbito de científico y farmacéutico. GSK en España lleva a cabo todas las etapas de la investigación, desde la identificación de moléculas bioactivas y la selección de candidatos, hasta su desarrollo clínico exigido por las autoridades reguladoras para confirmar si curan o previenen una enfermedad, pasando por su también imprescindible desarrollo preclínico.
Este proceso fue analizado en este acto, en el que intervino Fernando Ramón, gerente de Descubrimiento Molecular del Centro de Investigación Básica (CIB) de GSK en Tres Cantos, quien explicó las diferentes técnicas de cribado que se utilizan para diferenciar un compuesto activo entre millones. Por su parte, Jorge Esquivias, científico de la Unidad de Tuberculosis del Centro Disease of the Developing World (DDW) de GSK en Tres Cantos, describió cómo se modifican las moléculas a través de química sintética, y por qué hay que modificarlas teniendo en cuenta no solo la potencia del medicamento, sino también su absorción, distribución, metabolismo, excreción y toxicidad. David Barros, director de la Unidad de Tuberculosis del DDW de GSK, se centró en la etapa preclínica, en la que se estudia la seguridad y eficacia de la molécula candidato en especies relevantes, que es un requerimiento regulatorio imprescindible para solicitar la realización de un estudio clínico en humanos. Por último, Olga Martínez-Casares, del Departamento Médico de GSK, explicó conceptos como la comparación entre grupos homogéneos, la aleatorización y el doble ciego que incrementan la validez de la investigación y de los resultados, además de permitir ser objetivos a la hora de evaluar el estado del paciente.