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GSK y la Fundación Bill & Melinda Gates (BMGF, según sus siglas en inglés) han anunciado una nueva iniciativa conjunta para hacer vacunas más resistentes al calor, de manera que se reduzca la necesidad de refrigeración. GSK y BMGF invertirán un total de 1,8 millones de dólares en la primera fase de la investigación sobre la termoestabilidad de las vacunas.
Los detalles de la colaboración para el Descubrimiento de Vacunas (VxDP, según sus siglas en inglés) bajo la que se desarrolla esta iniciativa se han dado a conocer en el Foundation’s Grand Challenges Meeting, celebrado Rio de Janeiro (Brasil). En uno de los primeros proyectos que se llevarán a cabo en el marco de esta colaboración, los científicos de GSK investigarán la producción de adyuvantes –un componente esencial de algunas vacunas– más estables a altas temperaturas.
Inicialmente este proyecto se centrará en el adyuvante AS01 que se utiliza en la vacuna candidata frente a la malaria RTS,S, que actualmente se encuentra en su última fase de desarrollo en colaboración con PATH Malaria Vaccine Initiative. RTS,S ha sido diseñada para su administración en bebés y niños en África subsahariana, donde es muy complicado mantener las vacunas a una temperatura óptima. Desarrollar un método para fabricar un AS01 más estable al calor podría suponer un beneficio significativo para la salud pública. Los resultados podrían tener también aplicación en otras vacunas que contengan AS01, incluidas las vacunas de GSK en desarrollo frente al VIH y a la tuberculosis.