Pharmatech enero-febrero 2018

La formación del farmacéutico de industria

El farmacéutico de industria, sea técnico junior o senior, necesita una buena formación que le permita la adquisición de conocimientos útiles para el desempeño del trabajo, bien en su área de actividad (producción, calidad, farmacovigilancia, registros, marketing ...), o en el entorno de las habilidades transversales (trabajo en equipo, comunicación eficaz, liderazgo, toma de decisiones, habilidades informáticas, etc.). En ambos contextos se requiere el dominio de la teoría y de la práctica, es decir, “saber” y “saber hacer”.
El conocimiento puede ser de tipo tácito/implícito o bien explícito. El conocimiento tácito es aquél difícil de comunicar, expresar y estructurar. Está relacionado con la experiencia, los modelos mentales y los valores, creencias y puntos de vista personales. Se adquiere básicamente hablando con otras personas y observando cómo trabajan. El conocimiento explícito es aquél fácil de transmitir con herramientas explícitas como libros, revistas y asistencia a cursos, seminarios o reuniones científicas. Las herramientas de formación para un farmacéutico del siglo XXI deben procurar un crecimiento adecuado de ambos conocimientos, tácito y explícito.
Durante la etapa de los estudios universitarios, las herramientas de formación son las asignaturas teóricas y prácticas, los estudios de idiomas y, en muchos casos, algún máster después de obtener la titulación. Una vez que un técnico se incorpora al mercado laboral surge la imperiosa necesidad de una formación permanente. La industria y la ciencia actual están en cambio constante, con nuevas normativas y nuevas técnicas. Las empresas y también los propios técnicos a nivel individual deben formarse para estar al día y mantener el nivel de competencia e innovación. Entre las numerosas herramientas disponibles están los cursos de especialización o actualización de larga o corta duración, los cursos sobre adquisición de habilidades transversales, los cursos de GMPs y las reuniones internas para facilitar la adquisición de conocimientos tácitos. Sin olvidar, desde luego, la gran importancia del conocimiento digital en el momento actual. Todos estamos inmersos en internet, big data, herramientas TIC, bibliotecas digitales, etc. El profesional actual debe manejar las herramientas digitales de autoaprendizaje y controlar el alud de información que recibe, a todas luces excesiva. La clave es separar el grano de la paja y saber transformar la información considerada interesante en conocimiento útil para la persona y para la empresa.
Martí Pujol. Socio de Honor de AEFI