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El Reglamento Europeo REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de sustancias químicas) entró en vigor en 2007, siendo su principal objetivo recabar información sobre las sustancias químicas existentes en el mercado europeo, con el fin de mejorar su uso por los trabajadores, consumidores y proteger el medio ambiente. Al mismo tiempo, esta legislación potencia la competitividad de la industria química, incentivando el desarrollo de sustancias más seguras y la innovación en sus negocios. Por otro lado, fomenta la reducción del número de ensayos con animales, promoviendo el uso de métodos alternativos en la evaluación del peligro de las sustancias químicas.
La falta de información sobre las sustancias químicas existentes fue uno de los principales detonantes para el desarrollo de REACH. Desde su entrada en vigor, se dispone de mucha más información sobre las propiedades y uso de las sustancias químicas, que es de vital importancia para la evaluación y gestión del riesgo químico.
Los retos actuales para lograr una mejora de la gestión del riesgo químico en Europa están enfocados a obtener más información sobre las sustancias de alta preocupación contenidas en artículos o la identificación de nanomateriales o disruptores endocrinos. Además, actualmente REACH ayuda a la implementación de otras legislaciones europeas, como las relativas a la protección de los trabajadores y el medioambiente.
