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El cáncer de vejiga no músculo invasivo se trata mediante instilaciones intravesicales con Bacilo Calmette-Guérin (BCG), desarrollado como vacuna frente a la tuberculosis, con uno de los porcentajes de éxito más altos de las inmunoterapias utilizadas hasta la fecha. Revisamos cómo surgió y cómo se podría mejorar este tratamiento
El cáncer de vejiga ocupa el noveno lugar en incidencia a nivel mundial [1] y es el quinto más diagnosticado en Europa, según los datos de GLOBOCAN 2018 (Global Cancer Observatory (GCO), http://gco.iarc.fr/). El 70 % de los casos corresponden a tumores no-músculo invasivos (NMIBC, del inglés, Non-Muscle Invasive Bladder Cancer), un tipo de cáncer que inicialmente afecta únicamente a las capas superficiales de la vejiga, pero que recidiva con frecuencia, pudiendo infiltrar capas más profundas de la vejiga y llegar a ser letal. El Bacilo Calmette-Guérin (BCG), una cepa atenuada de la bacteria causante de la tuberculosis bovina, Mycobacterium bovis, se desarrolló para su uso como vacuna de la tuberculosis humana a principios del siglo XX, pero se aprobó también hace varias décadas para el tratamiento de cáncer de vejiga no músculo-invasivo de alto grado (generalmente clasificados como Ta/T1G3)