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La cosmética, junto a las modas y tendencias, está avanzando hacia un tipo de cosmética que se pueda customizar.
Queda ya atrás que el consumidor tenga que ajustarse y adaptarse al producto del mercado; a tener que buscar un cosmético de tratamiento que se adecúe a su perfil de piel (normal/seca o mixta/grasa), de cabello (rizado, con tinte o frágil) o de maquillaje (que cubra más o menos lo que se desee). Parece ser que el mundo de la cosmética da un paso más, ya que serán los usuarios los que crearán ese producto para adaptarlo a sus necesidades. Junto a la moda, los clientes buscan productos hechos solo para ellos. Y es que, lo que está de actualidad es adquirir productos hechos a medida, por ejemplo, colgantes con letras personales o bolsos y bolsas que se marcan con las iniciales del nombre del propietario. Y, así, por qué no un perfume que sea creado con las notas más afines al olfato de su creador y consumidor, o un tratamiento que no solo tenga en cuenta las condiciones de la dermis sino que vaya más allá y tenga en cuenta el estado, objetivo y preferencias de la piel del comprador en ese momento. Así pues, tener productos exclusivos, hechos de modo individual y único, gusta.