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La esofagitis eosinofílica es una enfermedad crónica. Produce disfunción esofágica e infiltración eosinofílica del esófago. La clínica varía con la edad. Su diagnóstico y seguimiento requieren la realización de endoscopias con tomas de biopsia. Las alternativas terapéuticas son los inhibidores de la bomba de protones, los corticoides deglutidos o la dieta.
La Esofagitis Eosinofílica (EoE) es una enfermedad crónica de naturaleza autoinmune caracterizada clínicamente por síntomas de disfunción esofágica e histológicamente por la presencia de un infiltrado eosinofílico de más de 15 eosinófilos por campo de gran aumento de las biopsias obtenidas del esófago [1].
En 1993, Attwood describe la primera serie de adultos con disfagia e infiltrado eosinofílico en el esófago. Posteriormente se inician las primeras publicaciones, que siguen en la actualidad una tendencia exponencial (Figura 1). En el año 2007 se lleva a cabo el primer consenso internacional sobre la enfermedad [2]. Tras este primer intento de sentar las bases y unificar criterios acerca de la EoE, le han seguido otros dos consensos, el de 2011 y el de 2017, que continúa vigente en la actualidad [1, 3].
