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El objetivo de este artículo es dotar al lector de la información necesaria y los conceptos esenciales en el desarrollo y optimización de las nanoemulsiones (NEs) de interés farmacéutico. Se realiza una breve descripción de los sistemas nanoemulsionados de administración oral y parenteral más interesantes, a juicio de los autores, en clínica o en fase de desarrollo galénico.
Las nanoemulsiones (NEs) pueden definirse como dispersiones isotrópicas de dos fases líquidas inmiscibles estabilizadas por agentes anfifílicos, cuyo tamaño de gotícula de la fase interna es inferior a 500 nm y, por tanto, ópticamente transparentes [1]. Aunque esta definición parece bastante exacta, en realidad no lo es, ya que cristales líquidos liotrópicos, mesofases o sistemas microparticulares, entre otros podrían acogerse a esta definición. Las diferencias entre estos sistemas han de buscarse en su composición y en la estructura nanométrica. Así, mientras los cristales líquidos liotrópicos son estructuras en equilibrio que pueden aparecer como capas lamelares, columnas hexagonales o micelas que se forman de manera espontánea a través de un autoacoplamiento termodinámicamente estable, las NEs son sistemas que habitualmente requieren de procesos que aporten al sistema una energía considerable.