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En los últimos años la I+D en dermatología ha sufrido una gran transformación debido a la incorporación del proceso de investigación traslacional. Actualmente se están identificando dianas terapéuticas y desarrollando nuevos tratamientos racionales dirigidos contra las bases patológicas de enfermedades como la psoriasis y la dermatitis atópica.
La investigación traslacional consiste en trasladar conocimientos de la investigación biomédica a la investigación clínica y/o farmacéutica [1]. Es un proceso basado en el método científico que permite avanzar en la comprensión de las patologías con el fin de mejorar la salud y trasladar estos resultados para generar nuevas terapias. En esencia se fundamenta en una estrecha colaboración entre el laboratorio y la clínica. Consiste en comprender los mecanismos patológicos de las enfermedades y seleccionar dianas terapéuticas que dan lugar a terapias innovadoras y racionales. Esta estrategia contrasta con la serendipia en el descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta en farmacología.